Camino a los Balcanes

3 minutos de lectura     June 17, 2014

Por fin en ruta!! Nuestra primera idea era pasar España, Francia e Italia, en menos de una semana, qué ingenuos… Deberíamos de conocernos y saber que no es nuestra dinámica jejeje.

Acostumbrándonos a los campings.
Acostumbrándonos a los campings.

La estancia en España se alargó más de lo que pensábamos. Como las dos semanas anteriores estuvimos de un lado para otro con la preparación de la moto, hubo algunas cosas que no terminamos de comprar (medicinas como Paracetamol, algún repuesto de la moto y herramientas). Pero hartos de retrasar la salida decidimos ponernos en ruta y comprarlo en Barcelona. Lo malo es que llegamos en pleno fin de semana con todo cerrado, así que decidimos quedarnos un día más y salir el lunes una vez hechas las compras.

Atardecer en Francia.
Atardecer en Francia.

Francia lo pasamos bastante rápido. Intentamos evitar carreteras de peaje, algo que no resultó nada fácil debido a que el GPS no las diferencia (problema que se acentuó en Italia y nos hizo perdernos más de una vez). Nuevamente en Francia nos sorprendió la amabilidad de los moteros, que incluso saludan desde los carriles contrarios de la autopista. Ya nos pasó hace dos años en el viaje a Suiza. Les encanta saludar, y nosotros respondemos con el mismo ímpetu :)

En Italia el viaje se ralentizó bastante. Intentamos avanzar por carreteras de peaje, pero visto que nos salían carísimas, decidimos evitarlas. Las secundarias cruzan por pueblos donde siempre nos encontrábamos algún tapón, y más de una vez nos perdimos buscando ‘un atajo’. Pero también tuvo su lado bueno, pudimos descubrir zonas de Italia preciosas y conocer gente del país, la esencia del viaje! Sobre todo la parte cercana a Eslovenia nos pareció increíble.

Perdidos por Italia.
Perdidos por Italia.

También en Italia cambiamos la rueda trasera. Ya habíamos empezado a ver en Francia que con tanto peso se estaba desgastando a una velocidad pasmosa, y lo peor de todo, tenían unas grietas que cada vez aumentaban más de tamaño (era la misma rueda que habíamos llevado a Marruecos). En un principio el cambio de un neumático debe ser algo sencillo, pero a nosotros nos llevo un día. ¿Por qué? No tengo ni idea, jejeje Bueno un poco sí. Habíamos intentado buscar por internet un sitio donde cambiarlo, pero no encontramos nada sin tener que desviarnos mucho. Así que en cuanto Javi vio un concesionario de BMW, comenzó la búsqueda de la rueda. A cada sitio que íbamos recomendado por el anterior, nos recomendaban otro. Tras hora y media, en el polígono industrial nos conocía todo el mundo. Y en cierto modo no es fácil lo que pedíamos: neumático mixto, que lo pusieran en el momento y que no saliera muy caro. Finalmente dimos con Luca gracias a que uno de un taller nos acompañó hasta la puerta, que no era fácil encontrar el sitio. No tenía ruedas mixtas pero nos puso unas de campo en el momento.

Con nuestro colega Luca.
Con nuestro colega Luca.

Una vez solucionado el tema de la rueda, el día dio para un poquito más y arreglamos también la pata de cabra (ahí nos echaron una mano en el concesionario BMW). Un día completo, todavía la moto tiene algún achaque que otro y nos queda pintar las defensas, que con los últimos días de lluvia en Croacia dan miedo…, pero eso lo dejamos para Bulgaria ;)

En conclusión, en Italia tuvimos la oportunidad de descubrir que siempre hay alguien que te echa una mano. Bien en el polígono industrial, u otro día que no encontrábamos camping en mitad de una montaña y una señora nos ofreció su jardín para poner la tienda. Pero eso lo contaremos en otro post.