Cruzando Albania
Nuestra forma de preparar los países de los Balcanes no ha sido muy organizada. Antes de cruzar un país buscábamos un poco de información general y hacíamos la ruta. No por falta de interés, simplemente que a la hora de preparar el viaje estudiamos países que nos imponían más por tema de diferencia cultural como Irán y Pakistán (este último al final lo hemos quitado de la ruta) y el resto los fuimos dejando.
El caso es que Albania ni siquiera pensábamos cruzarla porque nuestra idea era ir por Bosnia y Serbia. Pero estuvimos leyendo sobre Kosovo y nos llamó la atención, así que decidimos cambiar la ruta. Según Google Maps (del que nos fiamos 100% :P) la forma más rápida era atravesar Albania. En tres horas nos poníamos en Kosovo para pasar el día e incluso sin necesidad de repostar. Pero estos son algunos de los encantos de estos viajes, las tres horas que tardábamos en cruzarlo se convirtieron en 10.
Nada más entrar en Albania vimos un cerdo enorme cruzando la carretera, poco después un rebaño de ovejas!! La única ciudad por la que pasamos fue Shkodër. Si en Montenegro habíamos notado un cambio respecto a lo anterior, Albania era totalmente diferente. La carretera y la acera eran lo mismo, dos policías en una misma moto sin casco, rotondas con bancos para que la gente se siente… nos recordó un poco a Marruecos, pero con su propio encanto.
Después de cruzar Shkodër ya sólo había montañas. Pasado un buen rato de curvas y ver que avanzábamos muy poco paramos a ver por dónde nos estaba llevando el GPS. Estábamos yendo por la SH5, una carretera secundaria que atravesaba un puerto tras otro. Bufff… buscamos en el GPS la forma de llegar a la carretera principal. No hay problema, a unos 20 km hay un desvío por otra carretera que nos lleva a la E851 y de allí todo recto a Kosovo.
Tras 20 km, el desvío es por un camino de tierra. Sí, el GPS nos confirma que es por ahí. Contestación de Javi “sólo son 14 km llegamos en nada y no está tan mal”. Y el camino no estaba tan mal hasta que nos encontramos con un socavón en medio formado por las lluvias y el río que había al lado. Dar marcha atrás con una moto cargada, cuesta arriba y en una zona donde no se puede girar, tiene su encanto, jejeje. Así que nos ponemos manos a la obra, un poco para delante y un poco para atrás. Hasta que la rueda de detrás se queda en un agujero y ni para delante ni para atrás. A todo esto nos damos cuenta que al otro lado del río un 4x4 se para y empieza a mirarnos un grupo de personas.
Viendo que no podemos sacar la moto, bajaron cuatro albaneses para echarnos una mano. Se quedaron un rato mirando la moto y llegan a la conclusión de que levantar entre los 4 la moto a pulso era la solución. Todo esto comunicándonos con gestos. Yo les miraba con los ojos como platos, y Javi que seguía todavía montando en la moto cuando tomaron la decisión, no salía de su asombro. No me dio tiempo a hacer ninguna foto, en cuanto engancharon la moto tuve que ir a echar una mano a Javi porque casi la vuelcan con él. La única forma de sacar la moto fue pasar por unas zarzas y rezar porque no se pinchase la rueda delantera.
Por fin con la moto de nuevo en el camino, les preguntamos si se podía cruzar al otro lado y si tenía sentido seguir. Uno de ellos nos dice que sí, que él se sube detrás de Javi y le lleva donde puede cruzar el río para continuar la carretera. A mi me da todas las cosas y me dice que cruce el río con sus compañeros a pie. Con las dos chaquetas, los dos cascos y los 2 pares de guantes me pongo a cruzar el río por unas piedras bajo la atenta mirada de los otros tres chicos. Al final visto que me iba caer, decidí meterme con las botas en el agua y ya se secarían.
Una vez en la otra parte, veo a Javi y al señor cruzando en moto por el agua. En mitad del río por lo visto el hombre da las gracias diciendo que ya podemos dar media vuelta ?¿?¿ Al parecer quería montar un rato en moto y de paso que le dejáramos cerca de sus compañeros :D A nosotros nos quedaba dar ahora la vuelta a la moto en mitad del río, y regresar media hora por el mismo camino, así que la solución albanesa no nos convenció del todo.
La SH5 es todo curvas. Para ir en moto es 100% recomendada, eso sí, ojo que no está cuidada y tiene arena y piedras en cada curva.
Por supuesto tuvimos que repostar por el camino y por supuesto las gasolineras de está ruta no aceptaban tarjetas de crédito y por supuesto no teníamos dinero albanés. Nos timaron bien pagando con euros pero tuvimos gasolina para continuar.
El final de la ruta… incorporación a la carretera en dirección contraria, ya no nos sorprendía nada. Alguna vaca más por la autopista y por fin a lo lejos vemos la frontera ¡dormiríamos en Kosovo!
Ya en el hotel nos dimos cuenta que en el GPS teníamos seleccionada la opción de carretera con curvas.
Eso ha sido nuestra experiencia, un día de emociones, muchísimos paisajes, campo y en definitiva un país sorprendente que nos alegra haber cruzado.