Hacia el sur de Turquía

3 minutos de lectura     August 15, 2014

Nuestro siguiente destino era Izmir. Sertac había encontrado una tienda que tenía las ruedas que buscábamos y a mejor precio que en Estambul. Seguimos su consejo y fuimos para allá.

Atardecer en el camping
Atardecer en el camping
vistas del mar
De ruta por los alrededores del camping

Para ello recorrimos la costa mediterránea. Llegamos a un pequeño camping donde estuvimos tan bien que pasamos tres días!! El camping se sitúa en una pequeña península donde hay un pueblecito llamado Namik Kemal cerca de Ayvalik. Es una zona que tiene sobre todo turismo local, así que éramos los únicos europeos del camping. Como es característico de Turquía nuestros vecinos nos acogieron muy bien y nos regalaron ensaladas, desayunos y nos recomendaron zonas para visitar el país. Tras unos días de dormir, comer, y relajándonos con el ambiente tranquilo de la zona, decidimos que teníamos que continuar con el viaje.

Después de pasar unos días muy tranquilos, Izmir nos daba un poco de pereza, ¡¡de nuevo una ciudad grande!! Íbamos directos a buscar la tienda donde estaban las ruedas sin parar mucho a ver la ciudad ni meternos en la zona turística. Lo que vimos de Izmir fue el mar, un “hotel” que por la noche cambió a unos colores muy sospechosos y la zona industrial donde compramos las ruedas. No visitamos Izmir pero nos lo recomendaron, así que lo dejamos pendiente para la siguiente visita.

Motolastik
Motolastik

Si alguna vez necesitáis ruedas para la moto en Turquía, os recomendamos esta tienda: motolastik.com. Allí no es fácil encontrar ruedas baratas y la variedad es bastante escasa, pero en Motolastik encontramos ruedas de todo tipo. Lo mejor de este sitio fue el trato que tuvimos y nos hicieron el favor de mandarnos las ruedas a Gaziantep, así podíamos aprovechar un poco más las antiguas y las otras llegarían perfectas a Irán.

En Izmir también reparamos el frontal de la moto que se había partido y tuvimos una lección de humildad y sostenibilidad, las dos cosas juntas. Este relato lo comenté en Constructura, que es donde escribo sobre temas de sostenibilidad. Para no hacer este post muy pesado lo dejo enlazado por si a alguien le interesa ;)

Playa de Olimpos
Playa de Olimpos

La siguiente dirección que tomamos fue hacia el sur de Turquía a ver Olimpos, que nos habían dicho que era muy bonito. De camino tuvimos un pequeño percance que afortunadamente sólo quedó en un susto. La rueda trasera ya llevaba unos días dándonos avisos porque en algún paso de cebra había patinado. Pero una mañana en una gasolinera que habían regado el suelo, la rueda trasera nos adelantó patinando la moto y cayéndonos. Por suerte nada grave, unos golpes y magulladuras. El día se torció con la caída y no mejoró por la noche. Tras hacernos 450 km con el cuerpo dolorido llegamos a un camping cerca de Antalya ya de noche y nos volvieron hacer el timo de os doy el precio completo del bungalow (queríamos dormir en cama) y al final resulta que es el precio por persona. Aun así no estábamos con ganas de ir buscando más porque era de noche y lo único que queríamos era descansar. Preguntamos por el precio para poner la tienda y ¡¡superaba los 40€!!. No sólo intentaron timarnos engañándonos sino que ahora nos querían hacer pagar 40€ en un camping. Así que a las 9 de la noche recogimos todas las cosas, las volvimos a poner en la moto y nos fuimos decididos a dormir en cualquier otro sitio donde no intentasen timarnos. Al final encontramos un hotel donde descansar por la mitad de precio.

Olimpos
Olimpos

Al día siguiente bajamos a Olimpos y nos encontramos con un motero que nos recomendó un sitio muy cerca de la playa, donde el desayuno y la cena estaban incluidos. Un lugar tranquilo donde pudimos descansar dos días y compartir anécdotas con él.