Mumbai, Ellora y primeras impresiones en la India

4 minutos de lectura     October 13, 2014

Ya por fin en la India!!! Llegábamos con un montón de información e ideas preconcebidas: las enfermedades, la pobreza, la comida, la gente. Parecía que ya hubiésemos estado aquí antes de conocerla. Y si hay una frase que destaca sobre las demás es “La India la amas o la odias”. Así que con esa mezcla en la cabeza, aterrizamos en Mumbai. Esta vez, en lugar de entrar en el país poco a poco, llegábamos directos desde Teherán, sin tiempo de adaptación. Con una maleta en una mano y la moto en la aduana, nos encontrábamos por primera vez aquí, sin haber mirado nada excepto una ruta del norte que queríamos visitar.

La primera impresión al llegar a la India fue muy buena. Es cierto que no tiene nada que ver con el resto de países que hemos visitado. La pobreza se ve según se llega con el avión al sobrevolar kilómetros de chabolas. Pero por otra parte todo era muy verde, colorido, diferente. Para un viajero es algo muy atractivo.

Sobrevolando Mumbai
Sobrevolando Mumbai.

Una vez que tuvimos la moto, los siguientes días en Mumbai los dedicamos a descansar y a llevar la moto a revisión porque después de quedarnos tirados en Irán no queríamos que nos pasase lo mismo en la India. Nos dijeron que el alternador funcionaba bien, así que más tranquilos decidimos continuar camino hacia el norte.

Mumbai
Mumbai.

La primera visita importante sería las Cuevas de Ellora. Hay que remarcar que viajar con moto por la India es bastante complicado. En cuanto nos paramos para beber agua siempre se forma alrededor nuestro un corro de 20 personas y en ciudades grandes ha sido tan exagerado que en algunos casos hasta se ha cortado el tráfico!!

De camino a las cuevas tuvimos que parar a dormir en Nashik. Allí nos pasó una de las situaciones más surrealistas del viaje. Nada más llegar al pueblo nos paró un policía para tomar un té, lo rechazamos educadamente porque estábamos molidos después de que nos estuviera lloviendo todo el camino, sólo queríamos tumbarnos a descansar. Así que le preguntamos donde podíamos buscar un hotel económico con parking (dato que se ha vuelto muy importante en la India). Una vez en el hotel apareció un periodista que quería hacernos una entrevista mientras cenábamos. Al parecer le había avisado el policía de dónde nos alojábamos. Nos comentó que al día siguiente se pasaría un fotógrafo a hacernos las fotos con la moto. La verdad es que no nos lo tomamos muy en serio, nos había pasado algo similar en Irán y al final no salió nada. Pero a la mañana siguiente no sólo estaba el fotógrafo, estaba el dueño del hotel con los empleados esperándonos para celebrar su cumpleaños, como si fuéramos famosos :D Una sesión de fotos de lo más rara, incluso nos hicieron coger los cascos como si fuéramos astronautas, jajaja

Cuevas Ellora
Esto antes era una formación rocosa sólida. La construcción está creada de arriba a abajo.
Green Olive Hotel
En Green Olive Hotel con el propietario y su familia.

Al día siguiente en Aurangabad, que está a 34 km de Ellora, vimos un hotel perfecto, pero muy lejos de nuestro presupuesto. Así que seguimos hasta Ellora. Allí dimos unas cuantas vueltas pero todo era demasiado caro y malo. Tras un rato de búsqueda apareció un chico que nos ofrecía una guest house que rebajamos hasta 5€. Nos enseñó hasta un libro de visitas con fotos de turistas de todo el mundo y dedicaciones. Algo no cuadraba, pero le seguimos hasta la casa. Nos metió por un pueblo que derivó en una especie de chabolas, nos empezó a dar mal rollo. Así que paramos y le dijimos que buscaríamos otro sitio. Puede que no hubiese pasado nada, estamos casi seguros, pero siempre intentamos fiarnos del instinto para estas cosas, porque cuando te metes en sitios como ese, una vez que se hace  de noche, es muy difícil salir. Decidimos que aunque el hotel que habíamos visto horas antes fuese mucho más caro de lo que podíamos pagar, necesitábamos una ducha limpia, dormir y comer bien. La sorpresa fue que cuando llegamos nos encontramos con el propietario del hotel y su familia. Nos habían estado esperando por si volvíamos. Charlamos un rato con ellos y tras contarles nuestra historia nos dijeron que nos invitaban a dormir dos días en su hotel, incluidas la cenas y desayunos!! No nos lo podíamos creer, nos dijeron que así descansábamos y al día siguiente podíamos visitar las cuevas de Ellora. Dos horas antes nos encontrábamos peleando el precio de una habitación en mitad de un barrio de chabolas del que no sabíamos si podríamos salir, y de repente estábamos en un hotel de lujo invitados dos días tomando una cena buenísima. Esta mezcla de sensaciones en un sólo día definen perfectamente el viaje.

Cuevas Ellora
Cuevas Ellora.

Aprovechamos dos días para descansar y conocer un poco de la India. Las cuevas nos encantaron, son impresionantes y su historia muy interesante. Nosotros tuvimos la oportunidad de verlas con Amol y Ashish (los hijos del propietario del hotel) que les encantan las motos y nos querían enseñar el sitio. Luego nos llevaron al Taj of the Deccan, una replica exacta del Taj Mahal pero más pequeña.

Taj of the Deccan
Taj of the Deccan.
Taj of the Deccan
Paseo por el Taj of the Deccan.

En estos 10 primeros días, las sensaciones habían sido principalmente buenas. Pero comenzábamos a ver la parte más oscura de la India. Viajar con una moto enorme no ayuda, conlleva aguantar grupos de gente enormes rodeándonos en cada sitio. A diferencia de otros países, aquí no se respeta el espacio, ni la moto, ni a nosotros. Pero no anticipo más sensaciones, que para eso está el siguiente post :D